lunes, 5 de julio de 2010

-¡Doctor! ¿Qué le pasó a mi papá? - Declamó la señora, entre hipidos y lágrimas.
-Fue un paro respiratorio, Señora, la neumonía afectó a su pulmón derecho como ya lo había hecho con el izquierdo, que su padre fuese un fumador a su edad no ayudó mucho a su estado yya que tenía tan avanzada edad no podíamos conectarlo al respirador mecánico, los antibióticos no lograron detener la infección, la hora del fallecimiento fue a las tres de la tarde, en verdad lo siento mucho- Dijo Vicente con rapidez, tratando de acortar lo más posible aquel momento.
-¡Pero si dijeron que estaba recuperándose!
-Si, lamentablemente con las personas de esa edad es difícil...
-No nos está diciendo todo, señor.- Interrumpió una muchacha del séquito.
-Disculpe, ¿cómo dice?- Exclamó Vicente con un hilo de voz, la muchacha, de estatura mediana, unos veintitantos, tez morena, lo miraba fijamente. Sus ojos, aunque vidriosos por las lágrimas, tenían una mirada penetrante.
-Eso, que siento que no nos está diciendo todo...
-Cálmate, Alicia, no es momento para escandalos.- Se apresuró a intervenir la señora García.
- No se preocupe, Señora. Dime ¿Alicia, cierto? ¿Qué podría estar ocultando?- Dijo Vicente, esperando con desesperación a que algún vejete entrase en crisis y lo llamasen por el altoparlante.

La verdad es que si, no les estaba diciendo todo, no dijo, por ejemplo, que en los momentos en los que el viejo se estaba muriendo él estaba encerrado en el cuarto de las escobas con Pía, esa exquisita enfermera que había llegado hace un par de semanas, no dijo tampoco que la enfermera del turno de la noche se había equivocado de antibióticos y que él, aunque se había dado cuenta después de leer la ficha, no había dicho nada porque, bueno, se la "beneficiaba" de vez en cuando, ni que, bueno, estaba, como ya se dijo, "ocupado" cuando debía estar haciendo la ronda y que, quizás, sólo quizás, si hubiese llegado a tiempo, podría haberle dado ¿qué, dos meses más al viejo?

-No lo sé.-Dijo Alicia, con la mirada baja.-Pero sé que algo...
-Ya, córtala.-Dijo la señora García.-Discúlpate, Niña.
-Bueno Tía...Lo siento, señor.-Dijo Alicia con un suspiro
-Bien.-Dijo Vicente, con un suspiro de alivio.- Tengo los papeles listos, en recepción le darán todas las indicaciones para poder retirar el cuerpo. En verdad lo siento mucho.
-Gracias por todo, Doctor.-Dijo la señora García.
-No se preocupe, Señora, y en verdad lo siento.

Vicente se dio media vuelta y se dirigió, con lo que a él le pareció un paso digno, hacia la bendita puerta de "solo personal autorizado" cuando sintió que le tiraban del brazo.

-Esto no ha terminado aún, Señor.- Dijo la muchacha.-Falta mucho que decir.
-¿Me estas amenazando?
-No, sólo se lo digo. Que tenga buena tarde.

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